Tras instalar Linux Mint, básicamente tenemos nuestro ordenador preparado con todo lo necesario para empezar a usarlo.
Aún así, podemos añadir alguna cosilla para que el rendimiento mejore.
En este caso, yo instalo el controlador de mi tarjeta de video.
Pinchamos en Menú, Administración y Administrador de controladores.
Como siempre, nos pide la contraseña.
Nos sale la lista de controladores disponibles.
En el caso del portátil donde hago este tutorial, uso intel-microcode ya que la tarjeta de video que tengo es una Ati Mobility Radeon HD 4650.
Seleccionamos la nuestra y pulsamos Aplicar cambios.
Linux Mint se encarga de descargar e instalar.
En estos casos de instalación de controlador de video, sí requiere reinicio.
Y esto es todo.
Un saludo.
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